
12 Feb Trucos para aprender a combinar los colores
Una de las grandes dudas que surgen a la hora de decorar el hogar es cómo conseguir la combinación de colores perfecta según cada estilo y necesidad. Conscientes de esta situación, en Corp somos expertos en asesorar sobre cada detalle durante el proceso de decoración de una vivienda.
Lo cierto es que saber combinar correctamente los colores es un arte que requiere de mucha sensibilidad y delicadeza. Por suerte, hay algunos trucos que ayudan a elegir los colores cuando nos encontramos ante un lienzo en blanco.
La regla del 60-30-10
El primer secreto que hay que tener en cuenta es la conocida regla del 60-30-10. Muy utilizada en el mundo de interiorismo, consiste en escoger tres colores para la decoración de una estancia. Así pues, el color dominante tiene que estar en un 60% del espacio, el color secundario en un 30% y el color de acento en un 10%. Normalmente el color dominante suele ser neutro y los otros tonos resaltan detalles y puntos de color.
Pongamos por ejemplo que se quiere conseguir una estancia contemporánea y se quiere usar el color blanco, marrón y naranja. Una buena combinación sería usar como color dominante el blanco, que normalmente se destinaría a las paredes. Como color secundario se usaría el marrón, que sería para vestir los muebles, alfombras o cortinas. Y para terminar, el color de acento sería el naranja, con el que se daría un toque de carácter a través de diferentes accesorios y complementos del hogar.
Saber utilizar el círculo cromático
Una vez aprendida esta regla, hay que saber utilizar el círculo cromático para elegir la mejor combinación de colores. Primero de todo, es importante tener en cuenta que hay tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. A partir de estos tres aparecen los colores secundarios, que se obtienen combinando los primarios. Si mezclamos el amarillo y el azul se obtiene el verde, y así sucesivamente hasta conseguir toda la paleta de colores.
A la hora de observar el círculo cromático, hay que fijarse en los colores complementarios. Están siempre puestos en el círculo diametralmente opuestos el uno con el otro. Por ejemplo, el rojo es complementario del verde. Otro factor importante es que en la paleta siempre se distingue entre los colores cálidos (amarillo, naranja, rojo) y los fríos (verde, azul, violeta).
Si, pese a todo, siguen habiendo dudas respecto a qué colores elegir, siempre se puede optar por el sistema tonal. Consiste en pintar la estancia del mismo color, pero de diferentes tonos o intensidades. O combinar siempre los colores cálidos con los cálidos y los fríos con los fríos.
Al final, la combinación de colores ideal será siempre aquella que le haga sentir mejor a cada cliente.
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